fotos de los ejercicios espirituales del 2011
fotos de los ejercicios espirituales del 2011

EJERCICIOS ESPIRITUALES AÑO 2011

 

Ponencia introductoria

Lunes 3 de enero 2011 3:30 PM

Mons. Jesús Delgado

 

- Para meditaciones matutinas, propone las primeras lecturas de la liturgia diaria de esta semana.

 

 

TEMA: ¿A qué venimos?

 

Seremos santos si somos pastores, y si somos pastores, seremos testigos, y si somos testigos seremos misioneros.

 

Visión de conjunto de todo lo que se reflexionará a lo largo de la semana; iluminados por el espíritu de aparecida.

En el evangelio de Mt 28, 16-20 dice que los discípulos fueron Al monte donde Jesús los había citado y los envía como misioneros antes de la ascensión. Esas palabras valen también para nosotros y son ideales en el contexto de los ejercicios espirituales; hay una cercanía privilegiada de Dios. También los ejercicios son una expresión de la conciencia que tenemos de la delicadeza de la tarea y de la misión que hemos recibido.

 

Dios y su amor para con nosotros es la primera verdad para estos ejercicios espirituales; existimos porque Dios nos ama y somos sacerdotes porque Cristo nos llamó, él nos llama en la creación, en la historia, nos llama en la humanidad de cristo y en la humanidad de la iglesia; nos llama en los fieles, nos llama en todo lo que existe y en todo lo que es; todo acontecimiento de la historia pertenece a Dios y en todo acontecimiento Él nos llama.

 

Hb 1, 1-2 dice que Dios ha hablado por medio de su Hijo a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo; Dios nos llama, es una iniciativa suya, propia, y nos llama para revelarnos el misterio de piedad, el designio de salvación que tiene para nosotros: su único proyecto es nuestra santidad en Jesucristo.

 

Ef 1, 4-5 “él nos ha elegido antes de la creación del mundo para ser santos…” La santidad es nuestro destino, por gracia de Dios al principio de todo, y voluntad de Dios al final de todo. La cuestión del hombre es una cuestión por Dios. Los dos amores que se ponen en conflicto en el hombre es:

- El amor a sí mismo despreciando el amor de Dios.

- El amor a Dios que lleva a despreciar el amor por sí mismo.

 

En cada cosa de la vida, en cada acto somos interpelados a amar a Dios despreciando a nosotros mismos sirviendo a los hermanos, sirviendo a los enemigos y a los perseguidores, abandonado el odio. El amor de Dios exige una conversión, conversión intelectual y conversión moral: conversión pastoral.

 

Un cambio radical porque todo hombre es Adán y todo hombre es Cristo (San Agustín); la lucha por la santificación es de todos los días: ser santo es ser libre de toda atadura y ser libres para entregarnos por amor a los demás.

 

Recibiendo su ayuda divina queremos empezar estos ejercicios, confesar nuestros pecados, confesar la impiedad que abre el camino a las idolatrías del placer, del poder, del secularismo, de las avaricias; hay que confesar y pedir perdón por la lujuria, por el individualismo egoísta e insolidario que deshace la familia y la sociedad; pedir perdón por el crimen del aborto: por todos esos pecados que lesionan el amor de Dios y la entrega a los demás.

 

En este mundo donde muchos hemos caído en la idolatría por uno mismo, hay que confesar esos egoísmos; hay que dejarse llevar por la gracia de Dios, ponerse con Jesús y dejarse guiar por Él. Por nuestros propios medios no tenemos la suficiente fuerza para hacer lo bueno que somos llamados a realizar: hay que ser grande en el amor, el hombre tiene que ser AMOR.

 

Por nuestra historia santa es necesaria la gracia de Dios y también nuestra colaboración; nadie existe sin recibir de Dios esta ayuda, Él ha prometido siempre su auxilio. Ser santos es ejercer la libertad en la caridad; en el acto bueno Dios dignifica tanto nuestra colaboración que hace que su gracia se vuelva nuestro mérito.

 

Estamos aquí dentro del misterio, subrayando que la mayor presencia de Dios y de su gracia, está en el lado bueno que tenemos; hay que ver lo bueno de los hermanos, en eso comienza la caridad. Hay que combatir al tentador que hace que veamos sólo el lado negativo de los demás, se le combate con las armas de la verdad y la justicia.

 

- ELDISCIPULADO

Indica que somos testigos de la caridad y constructores de una comunidad que sea testigo de la caridad. La llamada es gratuidad; ser discípulos es don de Dios y consiste no sólo en aceptar una doctrina, sino en inserirse en Jesús (Hb 5, 8-10); ser discípulo es ser testigo: debemos tener una confianza sobrenatural puesta en Dios.

 

La fe es la verdad del misterio divino compartido en el amor; la fe no es resultado de ninguna cultura humana, es ofrecernos como instrumentos de su paz, ofrecernos unos para otros, todos nosotros para todos hombres; quiere Cristo que lo testimoniemos en el mundo.

 

Somos testigos de la pascua, no sólo de la muerte… nuestro testimonio no puede ser sólo del martirio, somos testigos de la vida y todo tiene que ser coronado con la caridad. Somos testigos de la humanidad de Cristo (Hb 12, 2) iniciador y consumador de nuestra fe.

La humanidad de Jesús la vemos naciendo en Belén, predicando en Galilea, llorando en Betania, cenando en Jerusalén, muriendo en el Gólgota, resucitando del sepulcro.

 

Somos testigos también de la verdad; hay que ser testigos apasionados de la verdad, hay que tener cuidado con la mentira, con la falsedad, con la doblez de vida: hay que ser hombres de la verdad, que brille la luz sobre nosotros.

 

Cuando se tiene indiferencia por la verdad, la persona cae en un relativismo que lo lleva a traicionar la verdad. Ser discípulo de Jesús, ser misionero, ser pastor es ir al encuentro de las personas: Jesús encuentra a los pecadores, a las prostitutas y también con las personas religiosas; santidad no es encerrarse, recluirse alejándose de los demás; sino que estamos llamados a ir al encuentro de las personas y empaparnos de sus miserias, esperanzas y temores.

 

El discípulo es testigo del amor de Jesús crucificado (M 8, 34-35), por lo tanto está llamado también el discípulo a ser mártir, a ser testigo de la verdad, a ser sacrificado y sufrir para ir purificando nuestro ser interior.

 

El discípulo es testigo de la pascua de Cristo y experimentar que nos vamos incorporando a su vida llevando la alegría, el aleluya del resucitado, testimonio de una vida alegre, contenta. Y para esto Jesús nos ha dado el sacramento de la Eucaristía para darnos la fuerza de vivir como Él para que participemos de su amor hasta el fin.

 

No nacemos para morir, nacemos para entregarnos a Dios… (Mons. Romero)

 

- La Eucaristía y la misión

El amor de Cristo al Padre y a todos los hombres debe pasar al corazón de los discípulos para poder luego transmitirlo al mundo: ser Misioneros de su amor.

Quien ha conocido al Señor experimenta la profunda necesidad de compartirlos; el discípulo ha descubierto que existir es entregarse, ser un don; el ser humano es un ser de relación, hay que comunicarnos. Por lo tanto ser misionero significa dar a Dios a los otros y hacer que ellos también entren en esta comunión: transmitir al mundo.

 

Queremos pues, ofrecer el don de Dios a todos los hombres y mujeres de nuestras parroquias: quien no da a Dios, da demasiado poco (Benedicto XVI). Desgraciadamente en la sociedad actual se está desprendiendo al hombre de Dios, creyendo humanizar se está deshumanizando apartando al hombre de la fuente de la vida: nuestra primera deuda es con Dios; nuestra primera deuda es Dios…

 

El misionero es pecador. Juan Pablo II nos dijo: “Hay que tener confianza en el Señor; él conoce nuestras flaquezas, él escogió al Pedro que lo negó y escogió a Judas…” la obra no es nuestra, es de Cristo. Y al cumplir con los deberes que se nos han encomendado podemos recordar a Pablo en Rm 8, 36-37.

 

Segunda ponencia

Martes 4 de enero de 2011 9:00 AM

 

TEMA: 1ª Tm 6, 3-10: “hombre de Dios…”

 

Aparecida hace una visión de la realidad del mundo en que vivimos; hay desafíos y señales y hay propuestas:

 

1. El hambre: hay señales que acusan sobre ese desafío; hay que eliminar las causas estructurales de las economías mundiales; corregir los modelos de crecimiento que lo logran garantizar el respeto al medio ambiente ni tampoco el desarrollo humano integral. Hay que tomar iniciativas para permitir que los países pobres puedan aprovechar sus propios recursos.

2. El armamentismo: dificultades en negociación de armas convencionales y de destrucción masiva; gasto exagerado de armas, demasiada importancia a la “seguridad armada”. La propuesta es para las religiones, que sean capaces de proponer y potenciar diálogo y tolerancia; guiar a la humanidad a no confiar en las armas.

3. Refugiados y emigrantes: las señales son los millones de hombres y mujeres que se ven obligados a abandonar su propia tierra huyendo de la violencia y buscando mejores condiciones de vida; esto es signo del predominio de la violencia y la pobreza en nuestros países. Las religiones deben afrontar este problema con sentido de solidaridad y compasión; no dejar este problema en manos sólo de los políticos o economistas; es un problema humano y no político – económico.

4. Amenazas contra la vida: no hay una cultura del respeto por la vida: aborto y eutanasia. Hay una amenaza continua contra la vida en la sociedades; una sociedad anciana que teme promover la vida. Hay intentos por clonar la persona humana bajo escusa de motivos terapéuticos. Ante esta amenaza, la familia debe recuperar su identidad y la confianza en sí misma, que siga cumpliendo su misión de procrear en el amor.

5. La globalización: las naciones tratan de afirmar su identidad, la globalización está fomentando una individualización, se ve sólo al interior de los países y sus intereses. La iglesia católica ve con buenos ojos la globalización económica, pero es necesario que haya libertad religiosa sobre los principios de autonomía; no se puede globalizar una religión como la Nueva Era, basada en principios opuestos a la revelación divina, una religión que intenta suplantar a Dios por el hombre. No hay proyecto social o político que pueda sustituir el don de uno mismo por los demás; hay que ayudar a las iglesias a descubrir el rostro sufriente de Cristo. Hay que salir hacia una globalización que ponga en el centro el verdadero bien del hombre, y lleve a una paz auténtica del hombre.

6. Influjo crecimiento del secularismo: muchos creen que el cristianismo es una religión que viene de la racionalidad humana; se seculariza la salvación. Se está reduciendo al hombre a su pura horizontalidad. Esto lleva a las religiones a incrementar el sentido de Dios en el hombre, hacer que sea hombre de Dios.

7. La familia: muchas uniones que rechazan las obligaciones del matrimonio y que sólo se contentan con la sensualidad; se atenta contra el matrimonio, se atenta contra la familia, hay una inestabilidad de la familia y se está intentando una nueva definición de matrimonio para legalizar incluso uniones homosexuales. Hay que ir en contra estas amenazas, no perder la esperanza. Los cónyuges deben acudir mucho a la oración, mantenerse firmes en su vocación y la iglesia debe ayudarlos a mantenerse vivos sacramentalmente, abrirlos más al evangelio.

 

Dentro de toda esta panorámica, el hombre de Dios debe mantenerse exento del secularismo; hay que saber llevar a los hombres hacia Dios, hemos sido elegidos por Dios, vivimos con Él y para Él: “Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida… El sacerdote debe ser ante todo un hombre de Dios, que conoce a Dios, que tiene una profunda amistad personal con Jesús y que comparte con los demás los mismos sentimientos de Cristo" (Benedicto XVI)

 

“estar con Jesús” (expresión ignaciana)

Ponernos con él y ser enviados a predicarnos, dejarnos enviar; la amistad personal con Jesús se mantiene con la oración, el contacto con la gente, inserción en el ambiente donde se vive. El sacerdote será capaz de llevar a los hombres a Dios sólo por la oración y a través del contacto con la gente más necesitada.

 

Ps 16, 5: “El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano…”

Dt 10, 9 dice que después que los hebreos tomaron la tierra prometida, cada tribu fue sorteada con una porción de tierra, excepto la tribu de Leví, cuya riqueza fue Dios.

 

Esto es signo y símbolo de una realidad más profunda: el suelo de la existencia del sacerdote es Dios mismo; esa es la ciencia, el tesoro, la herencia. El Papa dijo: “El sacerdote puede y debe decir también hoy con el levita: Dios es mi heredad, el fundamento interno de la vida sacerdotal: el sacerdote debe conocer a Dios desde su interior y llevarlo a los hombres.”

Si en la vida del sacerdote se pierde esta centralidad de Dios se vuelve vacío por dentro y se cae sólo en activismo cayendo en funcionalismos. El protagonismo del sacerdote no radica en ser un leader social, sino en ser un hombre de Dios que lleva a Dios al corazón de los hombres, y lleva a los hombres al corazón de Dios.

 

Hay que tener un amor apasionado a Cristo, no sólo en el secreto del corazón, sino también en la vida de cada día y frente a los demás. Hay que volver a la oración de meditación, de contemplación; San pablo dice “La caridad de Cristo nos apremia…” y San Agustín comenta esto diciendo, si quieres amar a Cristo, aprende a amar al mundo… hay que saber transmitir a Dios en cada cosa que hacemos, en el modo en que hablamos, la manera de mirar: incluso lo cotidiano debe ser un cotidiano misionero.

 

 

Tercera ponencia

Martes 4 de enero de 2011 11:00 AM

 

TEMA: El Seguimiento: configuración con el maestro

 

Dios Padre, origen de toda Santidad está continuamente saliendo de sí mismo, y nos está llamando a participar de su vida y de su gloria; la santidad viene del Padre. Es Dios Padre que vino en búsqueda de un pueblo, es a Dios Padre a quien interesa mucho la misión, porque es padre de todos. De Él sale la vocación a ser como Él con ayuda de Hijo y por la obra del Espíritu Santo; Él no es Dios de muerte, sino que es un Dios liberador. Él restituye la redención, se dirige suplicante a su pueblo Is 38, 16 para que vuelva al regazo; y ante este Dios Padre no hay castigo ni muerte, sino reconciliación y vida.

 

Este llamado de amor a ser Santos, el padre lo ha hecho por medio de Jesús, con quien llega la plenitud de los tiempos. Dios que es Santo, nos ama y nos llama a ser santos. Pero el llamamiento de Jesús lleva una gran novedad: a Dios no hay que buscarlo a tientas en lugares misteriosos y escondidos; con Cristo Jesús Dios viene en búsqueda del hombre. De modo que ser santos significa ahora ir al encuentro con Jesús, encontrarnos con Él y vincularnos de modo exclusivo con Él.

 

En la convivencia cotidiana con Jesús y en la confrontación con discípulos de otros maestros, Jesús nos enseña que la fuente de santidad hay que buscarla en un encuentro personal con él y no en virtudes etéreas o ecológicas; otra novedad es que no somos nosotros los que escogemos ser santos, sino que es El quien nos escoge, y los elegidos no fueron convocados para purificarse de algo ni para dedicarse a algo, sino que fueron convocados para encontrarse con Alguien, para seguir a Alguien, para vivir con Alguien y con Él hacer lo que Él tiene que hacer.

 

Nos dice Mc 3, 14 que Jesús eligió a sus discípulos para que estuvieran con Él y Juan dice que aquella tarde Juan y Andrés se quedaron con Él. El discípulo experimenta que la vinculación íntima con Jesús en el grupo de los suyos, es participación de la vida y que todo esto sale de las entrañas del Padre; de las entrañas del Padre viene la llamada a Ser Santos, ya no tenemos que inventarnos nuevas espiritualidades, la fuente está en Jesús: es la imitación de Jesús, asumiendo sus mismas motivaciones y correr la misma suerte del maestro.

 

Hay parábolas que lo ilustran:

- Jn 15, 1-8: Jesús se ofrece como vid, y los discípulos son sarmientos.

- Jn 15, 15: ya no los llamo siervos porque el siervo no sabe lo que hace su señor.

Jesús quiere que nos vinculemos en su vida, que nos integremos y participemos de su misma vida, de sus gozos, esperanzas y sacrificios hasta llegar a reproducir en nosotros los frutos de su muerte que ha producido en la cruz.

 

Somos pues, discípulos, seguidores de Jesús, y todo arranca con un encuentro personal con Él: hay que saber seguir e imitar; entrar en la dinámica del buen samaritano que nos invita a volvernos prójimos generando una sociedad y una iglesia sin excluidos.

Miércoles 5 de enero de 2011

 

Cuarta ponencia
9:00 AM

 

TEMA: Ser Pastores: La caridad pastoral.

 

Lac característica central de nuestra Iglesia, por mandato de Cristo, es la caridad; nuestro servicio tiene como fin último, el amor. Todos los cristianos por el bautismo somos llamados a revestirnos de la misma caridad de Cristo.

 

San Pablo invita a los cristianos a revestirnos de sentimientos de misericordia, de bondad, de paciencia, pero sobre todo de la caridad (Gal 3, 14), vértice de toda perfección. La caridad es lo característica de todo cristiano, es la forma de ser cristiano.

 

Jn 12, 8; 1co 13, 1-3: el amor de Dios es un amor absoluto, un amor prioritario.

 

La pobreza

Hay dos tipos de pobreza:

a) socio – económica: fruto de la injusticia

b) espiritual: propuesta por Jesús.

 

La pobreza socio-económica no se confunde con la pobreza evangélica; la pobreza evangélica no necesita de la socio-económica pero nunca tenemos que olvidar que la justicia es el caballo sobre el que cabalga la caridad. La pobreza evangélica es toda disponibilidad a la voluntad de Dios: ser pobre en el espíritu. Ser pobre por tanto, es ser alguien que está siempre en plena disponibilidad, disponibilidad que no excluye el diálogo.

 

Todo se apoya en el amor, y un amor trinitario que procede del padre y se nos revela como donación en Jesucristo; el Padre es la fuente del amor, es una fuerza de transformación por medio del Espíritu Santo. Esta disponibilidad es la que nos hace claros y diáfanos frente al mundo; el mundo trata de corrompernos pero aunque el mundo es engañoso y mentiroso pero nuestra palabra debe mantener la fuerza de la verdad, la fuerza del amor.

 

La pobreza que nace de la situación económica hace de nosotros limitados e imperfectos; ante la imposibilidad de resolver necesidades hace recurrir a medios violentos; en general este tipo de pobre estará amargado y podría ser víctima de ideologías extremistas: el bolsillo es el alma de los pantalones!

 

La pobreza de Cristo, en cambio, nace del amor, de la entrega 1 Jn 3, 16 conocemos lo que es el amor, en que Jesucristo dio la vida por nosotros… la pobreza de Cristo no confía en los bienes de este mundo; para el pobre sólo cuenta Dios y su reino. De la pobreza del evangelio se dice que es una bienaventuranza; la pobreza evangélica es una amargura, consecuencia del pecado, de la injusticia, de la explotación, la corrupción; la pobreza económica nace del pecado.

Esta distinción es mucho más profunda; la pobreza evangélica es compromiso incondicional con Dios ( Jn 15, 13; 2Cr 8, 10).

 

La disponibilidad de Cristo tiene que conducirnos a un amor grande, agarrado por el amor de Cristo, el cristiano se deja interpelar por su pobreza; el discípulo debe tener un corazón de pobre, desprendido y con un abandono efectivo.

 

Lo que antes era de valor, ahora por Cristo no valen nada, todo lo estimo como pérdida…

 

La pobreza socio-económica debería volver al hombre más libre y menos tenso, pero no por ello se puede decir que sea bienaventuranzas. El pastor debe aprender una caridad especial para estas situaciones y esta caridad se vuelve parte de la misión y somos misioneros por la ordenación sacerdotal: “La misión primera fundamental que recibimos de los sagrados misterios con que hemos sido ordenados es hacer aparecer a ese Otro, que es Cristo”

 

Es urgente ser promotores de justicia y solidaridad testimoniando de esa manera a Cristo mismo; no podemos quedarnos fuera de la lucha por aquellos que son masacrados en su dignidad y en su persona: “precisamente, gracias a los misterios que celebramos, debemos denunciar todo aquello que va en contra del hombre”. (PO 16; PDB 29)

 

¿Cuáles son los ámbitos del testimonio sacerdotal de la caridad de Cristo?

- La Misión

- El kerygma

- La catequesis

De esta forma se debe transmitir de forma concreta el mensaje de Cristo, sin ambigüedades; se trata de no escatimar esfuerzos por los lejanos y de educar bien a los que están dentro; hay que estar disponibles a mejorar nuestras capacidades intelectuales y a actualizar nuestros conocimientos teológicos; hay que trabajar con el evangelio en las manos y con actualidad de los planteamientos y enfoques.

 

Quinta ponencia

 11:00 AM

 

Tema: La conversión pastoral

 

Ap 380: la misión del anuncio del mensaje de Cristo tiene una dimensión universal.

- Hay que ponerse en la perspectiva de Dios

Ap 381: acercar la vida a la vida de Jesucristo

- Tarea de justicia social y caridad cristiana porque el reino de Dios está llegando: Jesucristo es el Reino de Dios.

- Hay que volverse a Jesucristo con totalidad de fe, amor y esperanza; nuestra vida tiene que ser profundamente cristológica.

- La presencia del Reino se nos hace clara a través de ciertas señales:

o Una vivencia personal y comunitaria de las Bienaventuranzas.

o La evangelización de los pobres

o Conocer y cumplir la voluntad del padre

o Darle cabida al martirio por la fe

o El perdón mutuo, sincero y fraterno

o Aceptar la riqueza de la pluralidad

o Encarar la lucha para no sucumbir a la tentación y no caer en el dominio del mal.

- Las tareas prioritarias que contribuyen a la edificación de todo ser humano se trata del amor de misericordia para con todos; gestos de misericordia para socorrer las necesidades más urgentes; nuevas estructuras que faciliten mejores convivencias humanas y que faciliten el diálogo para un mejor consenso social; todo esto es estar en sintonía con Cristo pastor.

 

Ap 385: enfatiza la misericordia pero sin crear círculos viciosos que impidan un verdadero desarrollo de la persona. El orden justo del estado es una tarea de la política y no de la iglesia, pero la iglesia no puede quedarse al margen y en silencio, debe comprometerse con una liberación integral.

 

El método para la conversión pastoral exige comunicar la vida de Cristo a todas las personas; administrar los sacramentos y predicar la palabra; hay que dar testimonio del amor de Dios con la palabra y con las obras concretas: con nuestras obras, nuestro pueblo sabe que comprendemos su dolor.

 

El pastor verdadero comprende la debilidad y el sufrimiento del ser humano; es la persona la norma máxima, hay que anunciar el valor supremo de cada hombre y cada mujer.

 

388: la conversión pastoral nos obliga a ir contra una corriente invasiva de está llevando a una visión de materialismo histórico, olvidando todo indicio de trascendencia y de lo divino. Nuestra misión para con nuestros pueblos es que tengan vida en Cristo; nos urge la misión de entregar a nuestros pueblos la vida de Cristo. Esto exige que los pastores deben estar impregnados de su palabra para contagiar a todos los seres humanos de este amor a Cristo Jesús.

 

391. Hay que convertirse también a los pobres por opción preferencial; este rasgo marca la fisonomía de nuestra iglesia latinoamericana.

 

392. Nuestra fe proclama que en Cristo está el rostro humano de Dios y el rostro divino del hombre; la opción por el pobre nace de nuestra fe en Jesucristo, sin ser exclusiva ni excluyente. Los rostros sufrientes de los pobres, son rostros sufrientes de Cristo. Todo lo de Cristo tiene que ver con los pobres, y todo pobre reclama algo de Cristo.

 

394: de nuestra fe en Cristo brota también la solidaridad que se manifiesta en opciones y gestos visibles. El servicio de caridad de la iglesia entre los pobres es un ámbito que caracteriza al amor cristiano e implica una conversión pastoral. La opción preferencial por los pobres debe hacernos poner los ojos en aquellos que tienen la posibilidad de ayudar a que los pobres vayan saliendo de su pobreza.

La iglesia latinoamericana está llamada a ser signo de solidaridad y de justicia entre nuestros pueblos; debe ser una actitud permanente pero sin caer en paternalismos sino prestando una amable atención, escuchándolos con interés, acompañándolos en los momentos más difíciles, buscando desde ellos la transformación de su situación; así lo propuso el mismo Jesús.

 

La conversión pastoral debe general una verdadera cercanía con los hombres y los pobres; conocer sus anhelos, evangelizarlos, vivir una constante solidaridad: los pobres nos ayudan mucho a vivir el evangelio.

 

Sexta ponencia

 3:00 PM

 

TEMA: Parroquia Misionera

 

Ap 170: La idea de parroquia surgió en Roma como centro de función y no como irradiación misionera.

En América Latina, la parroquia se instala al estilo español como bastión de defensa en el pináculo de un cerro; pero poco a poco, con el advenimiento de los religiosos, especialmente con los Mercedarios empezaron a fundar “doctrinas”, lugares donde impartían doctrina a los indígenas.

 

Las “doctrinas” no tenían territorio, se fundan siempre en territorio de los encomenderos quienes dejaron de hacerlo porque no les era rentable. La encomienda es sustituida por la hacienda, se van fundando ermitas y luego van surgiendo las parroquias.

 

- La parroquia tiene como modelo y fuente perenne la primera comunidad cristiana de Jerusalén (Act 2, 42-47) y tiene un destino bien marcado: formar la Jerusalén celeste (Ap 21).

- La parroquia está siempre en movimiento, es esencialmente misionera:

        o Espacio de iniciación cristiana

        o Espacio de educación

        o Espacio de celebración de la fe

        o Espacio abierto a la diversidad: carismas y ministerios.

- En su estructura debe ser:

        o Organizada de modo comunitario y responsable

        o Integradora de movimientos de apostolado ya existencia

        o Atenta a la diversidad cultural de sus habitantes

        o Abierta a las realidades circundantes y a los proyectos supra-

           parroquiales

168: la diócesis en todas sus comunidades y estructuras está llamada a ser una comunidad misionera saliendo al encuentro de los que aún no creen en Cristo.

 

517, k: es necesario un plan pastoral. Tiene que ser una comunidad de comunidades, evangelizadas y misioneras.

 

309: tiene que ser una comunidad basada en la palabra de Dios.

172: es el lugar donde se anuncia la buena nueva de Jesús. 174: su corazón espiritual es la Eucaristía. 176: es la casa de todos y para todos. 179: es la expresión visible de la opción preferencial por los pobres. 304-306: la parroquia es comunión. 175: tiene que ser organizada a ejemplo de la comunidad primitiva. 294: lugar de formación en la iniciación cristiana y de formación permanente. 446, a: lugar privilegiado para los jóvenes.

203: Hay que superar la burocracia. 272 y 518 c: hay que sectorizarla.

 

Todos los miembros de la parroquia son responsables de ella (201-206); los seminarios son la esperanza del renuevo de las parroquias y exige una formación adecuada a los tiempos modernos para los futuros sacerdotes.

 

Resistencias:

a) La inercia.

b) La frustración: estamos trabajando y no se ve el fruto inmediato.

c) La sensación de soledad.

d) El cansancio.

e) La falta de formación que se refleja en la falta de identidad: formación teológica y espiritual.

f) La falta de criterio pastoral: intentos aislados sin planificar por una pastoral de conjunto.

g) El clericalismo: falta de conciencia en los laicos de su verdadera vocación y misión.

h) Un lamentable debilitamiento del sentido de comunión entre el clero, haciéndonos corresponsables junto con el obispo.

 

 Séptima ponencia

Jueves 6 de enero de 2011 9:00 AM

 

TEMA: Propósito de los ejercicios espirituales

 

Monseñor Romero vivía sus ejercicios con un merecido descanso junto al maestro; es como llegar ante un jefe que me tiene otras responsabilidades y exigencias; pero también como un renacer, un fecundar nuevamente mi bautismo, un resucitar la gracia que en mí está por mi ordenación.

 

No todos son ejercicios fáciles, hay circunstancias que los vuelven difíciles: el ambiente, las circunstancias, el estado de ánimo, la capacidad de concentración: hay que retirarse en forma seria y exclusiva para meditar metódicamente; aunque el Espíritu no necesita método, Él actúa y realiza los cambios sin que nos demos cuenta.

 

La negligencia es un pecado que puede perjudicar profundamente la vivencia de los ejercicios espirituales, hay que evitar la tibieza, la cual viene del no saber cuál es nuestro pecado y de atribuirnos virtudes que no tenemos.

Juan Pablo II en su carta del jueves santo del 2002 exclamaba: “Qué don tan grandioso el sacerdocio que hemos recibido; podemos aclamar con el salmista ‘cómo pagaré al Señor, todo el bien que me ha hecho…’ san Basilio dice que el modo de pagar al Señor es resistir al pecado hasta la muerte.

 

Como han experimentado tantos sacerdotes en el ejercicio de su ministerio, también estamos invitados nosotros a sacar de la Eucaristía la fuerza necesaria para testimoniar la verdad sin componendas como dijo Benedicto XVI en la jornada juvenil en Colonia.

 

La cultura actual se va cerrando a la trascendencia divina; todo lo que podemos ver y vivir está aquí. Sin embargo, nosotros debemos testimoniar sin temor y sin temblor ante filosofías con visiones intramundanas. Hay que sacar tiempo para estar con el Santísimo; Juan Pablo II dijo a los obispos de Portugal que somos centinelas de la Casa de Dios: toda la solidez están en la Eucaristía.

 

Octava ponencia

11:00 AM

 

TEMA: Ser testigos de una Persona

 

No vale la pena seguir haciendo tantas y tantas actividades que al final no están produciendo ningún resultado de cara a la exigencia de la evangelización; tal vez estamos haciendo muchas cosas sin perspectivas: lo fundamental es dar a conocer a Cristo, hacerlo amar.

 

Tenemos cada día que llamar a las personas a que conozcan y amen a Cristo; que se pongan frente a Cristo y que se dejen llevar por Cristo. Podemos hablar de muchas opciones, pero la opción fundamental es estar con Cristo para darle sentido a todas las demás opciones. Por tanto, tenemos que centrar nuestra vida en Cristo buen pastor, que conoce los secretos del corazón de cada uno de nosotros, Él nos llama por nuestro nombre y por eso estamos llamados a expresar todo el amor que debemos tener para con Él.

 

San Ambrosio decía: Cristo omnia nobis; si tú quieres curar tus heridas, Él es el médico. El Papa Pablo VI en 1995 dijo: “Cristo es indispensable para nuestra relación con Dios, y pues como de nuestra relación con Dios depende nuestra Salvación, Cristo se convierte en la clave, en el centro de nuestra salvación”

 

Aparecida nos ha dicho que tenemos que volver a encontrar a Cristo; volvernos a Cristo, empaparnos de Cristo y llevar con la misión continental a Cristo a los hombres y mujeres de América Latina.

 

La clave para afrontar los desafíos de hoy está en partir desde el corazón del cristianismo que es el mismo Cristo Jesús, rostro humano de Dios y rostro divino del hombre. Por tanto, deseamos orientar el camino con la luz de esa estrella que es Jesús.

 

Nosotros somos de la estirpe de San Matías que es el primer apóstol designado por la Iglesia; Cristo escogió a otro que fue Saulo. Matías es el único apóstol verdaderamente eclesial, ha estado con la comunidad y ha sido testigo (Act 21, 21-22). En el grupo de los discípulos dos entraban con los criterios propuestos por Pedro. Esta elección nos remite al cenáculo, allí se realizó y por tal motivo nos remite a la Eucaristía_

- Permanezcan en mi amor.

- Ámense los unos a los otros.

Expresa la cumbre de las aspiraciones del maestro divino.

 

Hay que saber permanecer con Él:

a) La oración: para ser misioneros hay que ser hombres de oración; el diálogo con Cristo jamás es un tiempo perdido para el hombre. La oración es la fuente de la fecundidad de nuestras iniciativas pastorales que van produciendo su fruto. Santo Tomás dice que hay cosas que podemos realizar si en la oración pedimos, pues para Dios no hay nada imposible.

 

b) Amarse los unos a los otros: son palabras que nos llevan al corazón mismo de Jesús; el amor es la fuerza capaz de cambiar al mundo; es la energía que construye un mundo mejor. Amor a todos, que nuestros corazones estén abiertos a todos.

 

Novena ponencia

3:00 PM

 

TEMA: Verbum Domini

 

LINEAMENTA

- Se constata que se reconoce cada vez más la centralidad de la Palabra de Dios en la vida de la iglesia

- Se constata que la Palabra de Dios se da en la Biblia

- Se constata que la pastoral se está volviendo Cristocéntrica

- Se constata que hay necesidad de una pastoral bíblica

- Se constata que los laicos quieren saber más de la Palabra de Dios

- Se constata que a los pobres se les evangeliza con la Palabra de Dios

- La misión de la Palabra de Dios tiene que llevar el sello de la liberación

- Acogida alegre y fervorosa de la Lectio Divina

- Hay un número mayor de personas que leen la Escritura

 

LAGUNAS:

- La Dei Verbum sigue siendo desconocida

- No se consulta la Biblia como depósito de la fe

- Sigue siendo difícil la comprensión y la explicación del AT

- No satisface todavía el uso de la Palabra de Dios que se hace en la liturgia

- Sigue siendo problemática la relación Biblia – Ciencia

- Todavía no hay una verdadera relación entre Moral y Escritura

- Pocos métodos adecuados para enseñar la Biblia a los fieles

LIMITACIONES:

- Preparación inadecuada; a veces hay más emotividad que conocimiento.

- El acercamiento de la Palabra de Dios hoy es más apasionado que desde la fe que puede llevar a un instrumentalismo de la misma Palabra. También hay una especie de reduccionismo queriendo encontrar sólo respuestas a los problemas; a veces la Palabra de Dios se usa sólo para justificar la liberación socio-política.

 

La primera parte: La Palabra es de Dios

Para identificar la Palabra de Dios se parte de la Trinidad misma, es una Palabra que está diseminada en el mundo y tiene su última expresión en la persona de Jesucristo.

La palabra de Dios se expresa con palabras humanas lo cual a veces crea un conflicto epistemológico; de ahí la importancia de traducir en la vida lo que en palabra humana no se puede expresar de la Palabra de Dios. Toda la Escritura está orientada a Jesucristo, pero la Palabra de Dios no queda encerrada en la Escritura sino que continúa siendo anunciada y escuchada.

 

De estos aspectos hay consecuencias:

• La palabra es una verdadera comunicación personal de Dios con nosotros.

• No se puede decir que el cristianismo sea una religión de “libro”; el mundo ha sido creado por la Palabra de Dios y por lo tanto las cosas son manifestación cósmica de la Palabra.

• La historia humana está entretejida en la Palabra de Dios: historia de la Palabra =historia de Salvación.

 

Metodología:

• La palabra debe ser leída en estrecha relación con el misterio de Cristo.

• Debe ayudarnos a profundizar y comprender la historia de la iglesia: conjunción de historia humana con historia sagrada.

• Con la Palabra de Dios debemos recordar que la salvación obedece a una gratuidad de Dios y que ese proyecto de Dios prevé una historia.

• Debe ser comprendida según las Escrituras y no según ideologías, teologías o sicologías.

• En la Biblia Jesús asume una centralidad innegable.

• La Iglesia también está en el corazón de la Palabra de Dios y su vida se articula en torno a la Palabra

• Se nos invita a que la Palabra de Dios no sea vista como una palabra inerte.

• La primera tarea de la Iglesia es transmitir la Palabra de Dios a los hombres.

• La iglesia no vive de sí misma, sino del Evangelio y en el Evangelio.

• Quien ignora las escritura, ignora a Cristo…

• Hay que catequizar y alimentar la catequesis con la sabia de la Palabra.

• La liturgia es el lugar privilegiado para la Palabra de Dios.

• La interpretación última de la Palabra está en el Magisterio de la Iglesia.

 

 

 

 

CAPÍTULO II: La Palabra de Dios para la vida de la Iglesia

La Palabra de Dios excede la Escritura y alcanza al hombre. Así se supera toda interpretación subjetiva y toda interpretación materialista; la interpretación que se hace hoy es orgánica.

 

La comunidad cristiana es la llamada a transmitir la Palabra de Dios y a conservarla en el tiempo. El Espíritu santo es el que le da respiro y la coloca en el ámbito del misterio; es el que constituye los libros bíblicos como palabra de Dios y los entrega a la iglesia para que sean acogidos como depósito de la fe.

 

Hay unidad entre Tradición y Escritura gracias a la Acción del Espíritu Santo; sin embargo, el magisterio de la Iglesia no es superior a la Palabra.

 

No basta una lectura superficial ni con percibir la palabra en su misterio de Gracia.

 

Es preciso percibir la liturgia como la catequesis en que se da la Palabra a los fieles.

 

Otro modo de encontrarse con la Palabra además de la liturgia es la lectio divina y la formación bíblica.

 

 

 


Tema para ejercicios 2022


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